
CONTÁCTO:
TEJEDORAS DE BACPANCEL
Paja toquilla (mayo 2019)
En medio de colinas está ubicado un pequeño pueblo llamado Bacpancel, en el cantón azuayo de Gualaceo. Allí, desde hace siete años, 30 indígenas se asociaron para sacar provecho del tejido de la paja toquilla.
Rosa Zapatanga, de 41 años, recuerda que en su niñez recogía la paja que encontraba en los caminos de la comunidad. Al principio jugaba con ellas, hasta que aprendió a elaborar y tejer algún adorno.
De esa misma forma se iniciaron sus 29 compañeras. Aprendieron sobre técnicas del tejido del sombrero de paja toquilla y diseño, señala la presidenta del grupo, Digna Zapatanga. Desde entonces se centraron en la producción de sombreros, creación de nuevos diseños y apertura de mercados.
El grupo vende un promedio de 500 unidades al mes, en almacenes de Quito y Cuenca. El año anterior tuvieron pedidos desde Italia y Brasil. Fueron más de 1.500 bolsos y sombreros.