El Agua, el Patrimonio vivo de Cuenca: “Solo tiene sentido cuando dignifica la vida”

En el marco de los 26 años de la declaratoria de Cuenca como Patrimonio Mundial, la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay realizó una mesa interactiva para reflexionar sobre el valor del agua como parte esencial de la identidad, la memoria y la vida de la ciudad.

Daniela Armijos, subdecana de la Unidad Académica de Formación Técnica y Tecnológica Superior de la Universidad Católica de Cuenca, abrió el espacio recordando que el agua no solo sostiene a la ciudad, sino que permite comprender su historia y su relación con el territorio.

En su intervención, Patricio Zamora, director de la CCE Núcleo del Azuay, remarcó que la gestión del patrimonio no puede separarse del bienestar humano. Recordó que Cuenca es una ciudad configurada por sus ríos y que su protección surge de procesos históricos y comunitarios. Subrayó que no basta con conservar inmuebles o espacios sin acción: el patrimonio debe estar al servicio de mejores condiciones de vida. La Casa de la Cultura —señaló— mantiene su compromiso con la defensa de los derechos culturales y con la memoria compartida de la ciudad.

La arquitecta Silvia Ulloa, funcionaria de la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales del GAD Municipal de Cuenca, subrayó la importancia de entender el agua como un elemento protegido por la normativa patrimonial y urbanística, y cómo su cuidado está entrelazado con el paisaje y la configuración histórica de la ciudad.

Desde el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Gioconda Avilés destacó la manera en que la gestión del agua está vinculada a la memoria comunitaria y a la vida cotidiana de Cuenca.

Por su parte David Larriva, director de Publicaciones y Editorial de la Sede Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, abordó el agua como un elemento cultural que atraviesa prácticas, significados y modos de vida. Invitó a pensar qué está haciendo la ciudad hoy frente a los cambios y desafíos contemporáneos.

Un momento significativo fue la intervención de Rafaela Zuñiga, presidenta del Consejo Estudiantil del Colegio Rosa de Jesús Cordero, quien participó en representación de las nuevas generaciones. Su mirada permitió reconocer cómo niños, adolescentes y jóvenes entienden hoy la relación entre el agua, la ciudad y el patrimonio.

El conversatorio cerró reafirmando que cuidar el agua es cuidar la memoria, el territorio y las posibilidades de futuro para quienes habitan la Cuenca Patrimonial.

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