La propuesta presenta 3 gráficos, el primero muestra una pieza de cerámica rota; el segundo plano representa la fuerza del ser humano que carga una piedra y que simboliza la fuerza y la resistencia ante las adversidades; el tercero plano presenta la pieza de cerámica pegada y reconstruida. Mi propuesta plantea a través de la técnica de Kintsukuroi, que es el arte japonés de recomponer lo que se ha roto. Esto consiste que cuando una pieza de cerámica se rompe, los maestros kintsukuroi la reparan rellenado las grietas con oro o plata, resaltando de este modo la reconstrucción, porque una pieza reconstruida es símbolo de fragilidad, pero también de fortaleza y de belleza. De esta manera el Kintsukuroi es por defecto el símbolo de las adversidades y de la Resiliencia.
En este sentido la propuesta es un símbolo que nos encarna como sujetos rotos, construidos y reconstruidos, así también encarna a las instituciones y el mismo campo Cultural como un campo en constante fractura y reconstrucción.
(Cuenca, 1991). Diseñador Gráfico por el Instituto Superior Sudamericano (2013). Licenciado en Artes Visuales por la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca (2017). Estudiante maestrante en el programa de Antropología Visual por FLACSO promoción 2019 – 2021. Entre los reconocimientos, en 2016, el tercer premio del Salón de Artes Plásticas de Cañar; en el año 2018, el primer premio del Salón de Artes Plásticas Magdalena Dávalos en Riobamba; el segundo premio en el Salón de Artes Plásticas de Cañar y el tercer premio en el Salón de Julio en Guayaquil. En 2020 obtuvo la primera mención de honor en el Salón de Noviembre, Azogues; en 2022 una mención en el Salón de Machala. Ha realizado dos muestras individuales y alrededor de 20 exposiciones colectivas. También participado en varios eventos de Arte Urbano dentro y fuera del país, entre ellos el quinto foro de arte urbano “Pictopía” en Medellín Colombia en 2016, o el Festival Nuevo Mural NUMU realizado en Ibarra en 2020 y Loja en 2021.