Se trata de un diseño a partir de un personaje característico de la sierra ecuatoriana que representa a la mujer como símbolo de sabiduría, feminidad y fertilidad, ya que es la matriz que alimenta y crea. Por esto se destaca la importancia de lo espiritual en nuestro entorno, nuestro ser, la naturaleza, nuestra madre tierra, nuestro padre sol, la luna y los astros, todo tiene que ver con la cosmovisión y nuestro entorno: todos en uno y uno en todo.
Una obra acompañada de ciertos elementos característicos de la ciudad de Cuenca que refleja mucho color para dar vida al espacio intervenido y, de esta manera, recordar el folclore andino y la abundante naturaleza que existe.
Marco Antonio Coronel es estudiante de la carrera de Artes Visuales de la Universidad de Cuenca y ha incursionado por siete años en la escena del arte urbano. Es un pintor autodidacta que basa principalmente su práctica artística en la pintura mural y el graffiti.
Su acercamiento al mundo artístico empezó a través del graffiti. La experiencia urbana forma parte de su identidad como artista, la que surge como necesidad de llevar a otro nivel las ideas y procesos creativos con el fin de juntar aquellos conocimientos y orientarlos hacia el muralismo y la ilustración. La ciudad y sus vivencias han sido su fuente de inspiración y el aerosol la herramienta fundamental de su trabajo. Parte de sus intervenciones son realizadas como alternativa a la publicidad, que dan relevancia a la libre creación sin dejar de lado el contexto social.