
Una Casita
Autoras: Andrea Rojas Vásquez y Estíbaliz Vélez Pardo
Publicado: 2025-10
Materia: Gráfico, Ilustrado, Poesía.
Edición: Isabel Aguilar Jara y Rosalía Vázquez Moreno
Corrección: Christian Espinoza Parra
Ilustración: Estíbaliz Vélez Pardo
Diseño y diagramación: Juan Contreras Falconi
Impresión: Grafisum Cía. Ltda.
Colección: Sueños del camaleón
Número de edición: 1
Número de páginas: 64
Tamaño: 19×23 cm
Idioma: español
ISBN: 978-9942-755-50-6
«Esta obra destaca por una fusión armoniosa de poesía y arte visual, que crea una atmósfera melancólica y nostálgica. La narrativa poética, de gran belleza, ritmo y sensibilidad, aborda temas contemporáneos como la gentrificación, mientras que, las ilustraciones complementan y enriquecen el texto con metáforas visuales poderosas. En conjunto, es un libro que conmueve y provoca detenerse en cada página».
Josué Durán Hermida, Germán Gacio Baquiola y Eugenia Washima Zhunio.
Jurado de la Convocatoria Abierta para Publicaciones 2025 de la Casa de la Cultura Ecuatoriana «Benjamín Carrión» Núcleo del Azuay.
Una tiene la sensación de que Andrea Rojas Vásquez escribe con las palabras puras, salvajes, originales; que en su poesía se junta lo cotidiano con la más antigua fantasía; que nos convierte en conejos, en algodones de azúcar o en criaturas mágicas durmientes bajo los astros; que es capaz de escribir del desarraigo armando, con muy poco, una casa en la página, una casa en la que queremos quedarnos por su ternura animal, por la mirada íntima y mínima sobre cada ladrillo, muro, grieta e intersticio. Esta casita de papel nos lleva a todos esos sitios que habitamos, que nos han habitado y que llevamos a cuestas; activa una memoria plástica de todo aquello que pensamos hogar: un espacio, un recuerdo, una madre que nos sostiene. La lucidez poética de Rojas nos construye una casa contra la intemperie.
Natalia García Freire
Una casa no es solo paredes y muebles: es la respiración compartida, el eco de las voces que aún flotan. En cada esquina se acumulan partículas de memoria, de madre e hija: huellas invisibles que nos sostienen. Cuando el desarraigo nos sacude, la casa se vuelve tránsito, un umbral donde la ausencia pesa tanto como la esperanza. Pero, entre cajas y silencios, crecen raíces nuevas. Somos las plantas salvajes que se doblan, pero que no se quiebran. Allí, donde se cruzan los astros y las panaderías luminosas, la vida insiste en volver a encender una casita, el hogar en nosotras.
Pamela Pazmiño Vernaza
Disponible para consulta en la Biblioteca Manuel Muñoz Cueva. (Luis Cordero y Presidente Córdova, tercer piso)
Disponible para la venta en Palier Café – Libro. (Luis Cordero y Presidente Córdova, planta baja)



